CIUDAD DEL VATICANO.- Benedicto XVI ha exigido al fundador del grupo cristiano ultraconservador Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales a seminaristas, que renuncie "a todo ministerio público" de su actividad sacerdotal y lleve "una vida discreta de oración y penitencia". El acusado ha aceptado el castigo.
Teniendo en cuenta la avanzada edad y el delicado estad de salud de Maciel, el Papa decidió que no sea sometido a un proceso canónico. El Vaticano, sin embargo, no precisó si se confirmaron los casos de supuestos abusos sexuales.
Los Legionarios de Cristo, en un frío comunicado, señalaron que Maciel, "con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado", ha aceptado la decisión "con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias" para la congregación.
Los legionarios subrayaron que aceptan y aceptarán todas las decisiones del Pontífice.
Fuentes vaticanas precisaron que las medidas de Benedicto XVI anunciadas oficialmente en un comunicado en el que se especificó que "el Santo Padre las ha aprobado" son más que suficientes para resaltar la importancia del castigo impuesto por el Pontífice.
Cambio de política en el Vaticano
"Para un sacerdote no debe haber cosa más dura que el que se le prohíba celebrar en público", señalaron las fuentes, que agregaron que aunque el texto no precisa si se confirmaron los casos de abusos no es necesario.
"Basta con leerlo, es una manera elegante de reconocerlo y de no hacer daño a los Legionarios, ya que en caso contrario no se habría publicado y menos el Papa le habría exigido públicamente que renuncie al ministerio público ni le impondría penitencias", precisaron las fuentes.
A este respecto, el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, dijo que aunque el fundador presente "lados dudosos y discutibles, el árbol que ha criado está sano".
La decisión de la Santa Sede, según observadores vaticanos, supone un giro de 180 grados respecto a lo que se venía haciendo hasta ahora, donde se imponía el silencio o el simple alejamiento incluso en los casos en que se verificaba que hubo abuso.
En 1996 tres ex sacerdotes legionarios acusaron a Maciel de haber abusado sexualmente de ellos en la década de los años cincuenta, cuando eran seminaristas. El fundador lo negó categóricamente.
El Vaticano informó que a partir de 1998, la Congregación para la Doctrina de la Fe, que entonces presidía Joseph Ratzinger -el actual Papa- "recibió acusaciones, ya en parte hechas públicas" contra Maciel "por delitos reservados a la exclusiva competencia de ese dicasterio".
Negó las acusaciones públicamente
El Vaticano recordó que a partir de 2002 Maciel negó públicamente las acusaciones y que en 2005 renunció por motivos de edad como Superior de la Legión de Cristo.
La Santa Sede precisó que todos los elementos recogidos "fueron objetos de un maduro examen por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe" y que tras ese "cuidadoso estudio" el dicasterio ha decidido "teniendo en cuenta tanto la avanzada edad de Maciel como su débil estado de salud renunciar a un proceso canónico e invitarle a una vida privada de rezos y de penitencia, renunciando a todo ministerio público".
El texto precisó que "el Santo Padre ha aprobado esta decisión", para que no queden dudas de quien ha tenido la última palabra.
El Vaticano no ha querido mezclar la figura de Maciel con la congregación y el comunicado precisó que "independientemente de la persona del fundador" se reconoce el apostolado de la Legión y de Cristo y de la Asociación Regnum Christi (los legionarios laicos).
En los últimos meses, estudiosos de Maciel, como el escritor estadounidense Jason Barry, pidieron a Benedicto XVI que "hiciera justicia", ya que conocía —dijeron— muy bien el expediente contra el sacerdote mexicano.
La congregación de 'La Legión de Cristo' fue fundada en México en 1941 por Maciel, que tenía entonces 20 años. Sus estatutos fueron aprobados por el Vaticano en 1983.
Hoy cuenta con 600 sacerdotes y unos 3.000 seminaristas. Está establecida en 18 países. Entre sus centros destacan el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum, en Roma, así como los seminarios internacionales 'Mater Ecclesiae', uno en Roma y el otro en Sao Paulo (Brasil).
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